Saturday, July 08, 2006

El caso Adinolfi (V)

INFORME KÀRAL (IV)

En el que se describe el fin de Roque y el descubrimiento de una partida de nacimiento. También se da cuenta de la esperpéntica amenaza de Detective Kàral. La prima de Semiólogo, la de Guernica, también es amenazada.

Roque, el alumno más brillante que jamás haya pisado una escuela uruguaya de detectives, está muerto. Acabo de volver de Canelones. Allí lo encontraron colgado de los calzoncillos en la habitación 23 del hotel “Pandiani”. En el espejo del baño de la habitación, había dos frases escritas con lápiz labial: “Olvídense de Adinolfi” decía la primera. “Karàl comilón” rezaba la segunda. El doctor Masota hizo la autopsia del cuerpo de Roque. En el cadáver encontró una extensa serie de irregularidades. Primero y principal, los calzoncillos son color salmón, tonalidad que Roque detestaba. La marca de los calzoncillos es Christian Dior, prenda que para el presupuesto del finado era tan inalcanzable como un chivito completo. Hasta ahí la indumentaria. En cuanto al cuerpo en sí, no muestra otros signos de violencia que un pelador de papas de acero inoxidable clavado en el corazón. En la opinión del doctor Masota, esa herida fue la causa de la muerte. Pero lo más interesante es lo que descubrió en la boca de Roque. Además de una dentadura caótica y unas encías más negras que Sammy Davis Jr., allí estaba la partida de nacimiento de César Adinolfi. Si bien no consta el nombre del padre, ahora sabemos que Adinolfi era el apellido de la madre. En el dorso de la partida Roque llegó a escribir “PCH Baleirón”. ¿Papete come hinojo? ¿Partido Comunista Holandés? ¿Panadera corre heladero? ¿Procedimiento científico holográfico?. Anette, la recepcionista del hotel, asegura que Roque ingresó absolutamente solo al establecimiento. Se registró a las doce de la noche y no le llamó la atención que estuviera vestido de látex negro –máscara incluída- y una pelota de goma en la boca. ¿Cómo supo que era Roque si llevaba una máscara de látex? ¿Simplemente por la firma en el registro? ¿Dónde están las prendas de látex? ¿Y la pelota de goma?. Para colmo de males, Ever me acaba de informar que Belén Fetén estuvo esta mañana en el “rulero Baleirón”, pero que volvió a desaparecer. Asesinan a Roque y al día siguiente reaparece Fetén. ¿Casualidad?. Si esto continúa enredándose, les voy a meter a todos un tiro en la cabeza. Incluyendo a la prima de Semiólogo (la de Guernica). ¿Estarán en Morón las respuestas? No me importa, me voy unos días a Marruecos con la panadera. Necesito pensar. Ever y Justo se quedan a cargo de todo.

Detective Kàral

Thursday, July 06, 2006

Caras de una molleja

La semana pasada, cuando la prima de Semiólogo (la de Guernica) estaba guardando la ropa de verano, encontró una carpeta. Entremezclados con algunas facturas de ENTEL, aparecieron un puñadito de textos inéditos. El autor no es otro que César Adinolfi. Aunque hoy no esté entre nosotros, su pluma nos llega desde un apolillado pasado.
---
CARAS DE UNA MOLLEJA

“No sé qué tenía –dijo Tito- pero fijate
que con esa sencilla achura quedé
listo y pipón.”
Tulio Cané, “Sobremesa con gomías”.


–Quizá –dijo el parrillero– detrás de esa molleja (“apéndice carnoso formado las más de las veces por infarto de las glándulas”, Diccionario Enciclopédico Quillet) que está en el cogote de la vaca (“al llegar la morena/que no hacía caso de naides/le dije con la mamúa:/‘va... ca... yendo gente al baile’/La negra entendió la cosa/y no tardó en contestarme/mirándome como a perro:/ ‘más vaca será su madre’”, J. Hernández, Martín Fierro) que está en el campo (“La vida en el campo, pues, ha desenvuelto en el gaucho las facultades físicas, sin ninguna de las de la inteligencia”, D.F. Sarmiento, Facundo) que está en la pampa (“Ansí la pampa y el monte/a la hora del mediodía/un disierto parecía/pues de uno al otro horizonte/ni un pajarito se vía”, H. Ascasubi, Santos Vega) que está en la Argentina (“En la Argentina hacen falta huevos”, Miguel Mateos, Zas) que está en América (“Pasarán 500 años de opresión/hasta que muera la civilización/y en las tierras de Colón/resucite un corazón comechingón”, Leo Masliah, Sabor a mí) que está en la Tierra (“Mundo maldito/me importa un pito”, Ricardo Güiraldes, Luna) que está en el sistema solar (“Es más Cielo la Luna que el Cielo, si una Cordialidad de la Altura es lo que buscamos”, M. Fernández, Poema al astro de luz inmemorial) que está en una galaxia (“Ahí va el Capitán Beto por el espacio/con su nave de fibra hecha en Haedo”, L.A Spinetta, El anillo del Capitán Beto) que está en el universo (“El universo es tan complejo que no hay ninguna razón para que pueda ser expresado. Sobre todo por algo tan casual como el lenguaje”, J.L. Borges*, citado por E. Peicovich) quizá, decía, detrás de esa molleja esté Dios –concluyó el parrillero acomodando las brasas.

* “Borges era una masa”, Andrés Jiménez, cantante de A.N.I.M.A.L. (¿La vaca?). Clarín, Suplemento Espectáculos Agosto 1999.

César Adinolfi